Crónica de una visa anunciada

febrero 24, 2009

22 de febrero

11:30 PM– Doy una última revisada a mis documentos para ver si todo está en regla. Me doy cuenta que, según el mail del consulado, me falta una forma por llenar e imprimir. –Cuestión de minutos– pensé.

11:35 PM– Entro a la página del departamento de seguridad nacional y comienzo a llenar el formulario electrónico.

11:50 PM– Sigo llenando el formulario. Que si datos personales, que si anteriores visas, que si la cartilla de vacunación del perro… etc.

23 de febrero

12:10 AM– Aún estoy llenando el dichoso formulario. –Muchas de éstas cosas ni siquiera les importan

12:15 AM– Entro a la sección de «estudios anteriores» e ingreso los datos de mi bachillerato. Cuando trato de añadir otro formulario para poner los de universidad, la página me da un error de servidor. Culpo a firefox y a Ubuntu y a no se quién mas, pero la verdad es que el tiempo de mi sesión había expirado. Debía comenzar TODO de nuevo.

12:25 AM– La función de Autollenado de campos del explorador me salva la vida, y diez minutos después estoy de vuelta en el mismo lugar donde me atoré.

12:35 AM– Llego a la sección de preguntas ridículas como: ¿es usted terrorista? ¿maneja armas químicas? ¿tiene alguna especie de adversión contra los presidentes de raza negra?… y así.

12:45 AM– Terminé!! Al fin. Ahora sólo falta imprimir la forma de confirmación y voilá.

12:50 AM– Imprimo la hoja y… no imprime lo negro (que es la mayoría del texto) porque sólo tiene el cartucho de color y el driver de Ubuntu no le dice que imprima con azul si ese es el caso.

1:10 AM– Voy a Windows, descargo el driver de la impresora e imprimo el pdf que envié a mi correo con la hoja de confirmación.

1:15 AM– Una última (ahora sí) revisada y todo está completo. Ahora sí a dormir…

3:10 AM– … Por dos horas. Mi cita es a las nueve así que debemos partir cuanto antes a Ciudad Juárez.

4:00 AM– Salimos!

8:00 AM– Llegamos!

8:15 AM– Gracias a Dios, la precaución de pedir direcciónes y la facilidad que la nueva ubicación del consulado da para ser encontrado, arrivamos con muy buen tiempo a la cita.

8:30 AM– La fila al fin avanza y después de pasar el chequeo tipo aeropuerto estoy en el patio del consulado, en el área de espera para la entrevista. Mi número es el 3300.

9:00 AM– Los números de la pantalla no se acercan en lo más mínimo al 3300. El más cercano está a 1635 de separación.

9:20AM– Wow! Apareció de la nada. Bueno, a la ventanilla cuatro

9:30 AM– A volver a esperar, la ventanilla 4 sólo era para dar los datos.

10:00 AM– Ahora a la fila de la ventanilla 18

10:10 AM– Una rápida revisada y… ¡¡rayos!!, ¡¡no traje el dinero para cubrir el envío de regreso del pasaporte!! Al menos no es algo relevante para la entrevista, terminando veré que hago al respecto. Ya en caso extremo pues hasta pido prestado, total son sólo 8 dólares.

10:20 AM– Están terminando la entrevista las personas que estaban delante de mí, y no se las dieron. Que feo.

10:25 AM– Comienza mi entrevista. La encargada es una señora gringa (que es mejor a que te entreviste un pocho). Como aplico para una visa de estudiante, la entrevista es en inglés.

10:30 AM– La agente del consulado no puede creer que la beca sea tan cool y que la gente de KAUST esté dispuesta a pagarme el semestre en una universidad de EUA en lo que entro a su institución. Yo me estoy muriendo de risa por dentro.

10:45 AM– Después de confirmaciones, explicaciones y verificaciones, parece que al fin aceptó lo que sucedía. – I know it seems crazy, but nothing’s made up– le dije casi al terminar.

10:50 AM– La visa es autorizada. Me entrega el papel de confirmación que tengo que llevar al módulo de DHL y se despide. Ahora a ver mi otro problemita.

10:52 AM– Le pregunto a uno de los guardias qué es lo que puedo hacer al respecto y tal parece que mi caso no es único, pues ya están preparados. –En el módulo de DHL te dan un permiso para que vuelvas a entrar cuando traigas el dinero– me indicó.

11:00 AM– Me encuentro de nuevo con mi familia, les comunico que si me dieron la visa y tomo mi cartera para realizar el pago.

11:05 AM– De nuevo dentro del consulado, y habiendo evitado todas las filas, hago el pago del envío. Por fín, ¡¡se terminó!!

11:10 AM– Disfruto de un rico y nada balanceado desayuno en Denny’s.

NOTA: Según la ley del Paralelismo Literario Asincrónico Generado por la Inexistencia de Originalidad (P.L.A.G.I.O.) de Jose Arcadio Buendía, todos en algún momento de nuestra vida hemos de parodiar al célebre título de Gabriel García Márquez.


De carros japoneses y burocracias mexicanas

enero 29, 2009

Con el fin de desahogarme un poco, les narraré la odisea que tuve que pasar el fin de semana anterior para recuperar mi carrito de las sucias garras manos del departamente de Tránsito. Pero antes, un poco de background en el asunto:

Como parte del «Operativo Conjunto Chihuahua» se establecen retenes (bloqueos) aleatoriamente en distintas calles de la ciudad con el fin de retirar los polarizados de los vehículos y confiscar los carros que no tengan placas, pues no pueden ser identificados y tal hecho se presta para incurrir en actos delictivos.

Todo esto con el pretexto de velar por la seguridad del ciudadano, aunque todos sabemos que sólo es otra manera de sacarle dinero al exprimido pueblo. La cosa funciona así: en Chihuahua (y demas estados fronterizos por lo general) hay muchos carros «chuecos» que fueron importados, pero no nacionalizados, lo cual los hace más baratos y no susceptibles de impuestos arcaicos y tramposos como la tenencia. Cada cierto tiempo, el gobierno del estado realiza brigadas para recoger dichos autos. El show dura unas cuantas semanas para amedrentar a la población, hasta que las mismas autoridades resurgen como héroes de su propia villanía al lanzar algún engomado, registro o padrón que les permita a esos vehículos circular de nuevo por una módica cantidad.

Ahora nos encontramos en la etapa del relajo, y para mi infortunio me toco uno de esos dichosos retenes. Salía de mis prácticas en la Ford con rumbo a la escuela para hacer unos trámites cuando, a unos 500 metros de mi destino, estaba el bloqueo. «Ahora estamos recogiendo estos carros, compa» fué básicamente lo que me dijo el agente de tránsito, en un tono amable por lo menos. Los de las gruás hicieron el inventario y mi mamá llegó por mi, pues nos íbamos a reunir precisamente en el tec. A partir de ahi le perdí la vista a mi querido toyotín, y comenzó la larga travesía.

Fuimos directo a la oficina de tránsito, ahora junto con mi papá, para ver qué es lo que se hace en estos casos, y nos dirigieron al departamento jurídico. Ahi nos dijeron que necesitaban el título del carro, la multa y la licencia de la persona que iba manejando cuando la unidad fue retirada. Santas irregularidades, Batman! El muchachito no tenía licencia. Llevaba perdida un buen tiempo y vencida aún más, por lo que forzosamente tuve que sacar una nueva.

Después de esperar una hora a que mi mama trajera nuestro comprobante de domicilio y curp (y un pantalón, por razones completamente ajenas a la intención de éste relato), nos formamos en la fila para hacer el trámite. Sacar la licencia fué sorpresivamente de lo menos engorroso, pues sólo esperamos aproximadamente una hora en la línea y después, entre la revision de documentos, el examen médico, el pago y la entrega, transcurrieron unos 30 o 40 minutos (fue un día de muchas esperas, no saben cuanto extrañé mi DS).

Ya había oscurecido para cuando, con licencia en mano, regresamos al departamento jurídico. Fué ahí cuando me di cuenta que, tristemente, Japón no esta entre los países que firmaron el TLC. «Su carro fué ensamblado en Japón, por lo que no se puede nacionalizar. Lo que les aconsejamos a las personas en estos casos es que ya no circulen más con el vehículo». Vaya consejo. Y luego otro susto: para sacarlo del corralón, debíamos de pagar todas las infracciones anteriores del auto, cuyo monto ascendía a los 3300 pesos.

Gracias a Dios la licenciada que nos atendió (una ex-alumna de mi papá) logro encontrar la manera para que sólo tuviéramos que pagar la úlima multa. Recabó unas cuantas firmas, se quedó con mi título y me dió las instrucciones para el día siguiente poder recuperar el carro.

Y así lo hice. Abusando de la amabilidad del grillo, quien me dió el ride, fuí a la oficina de tránsito de nueva cuenta para que me autorizaran la liberación del carro, de ahí a la central de las grúas para pagar por la remolcada y después al mismísimo corralón, para sacarlo de una vez por todas. Y para que termine de parecer chiste, a unos 500 metros de haber salido me encontré…OTRO RETEN. En fin, me dejaron ir, con su negociación de por medio, y por última vez fui de nuevo a la oficina de tránsito a que le tomaran fotos al auto y a recoger mi título.

Reconozco que no soy una víctima indefensa, pues andaba sin licencia y con un carro chueco. Pero el proceso es terriblemente ineficiente y pesado. Aunado a eso, el operativo es de lo más arbitrario e inútil, pues los verdaderos delincuentes van a andar con placas y todo en regla, mientras que el ciudadano común será quien pague los platos rotos. Como siempre.


El Gabo y la crisis

enero 16, 2009

Como algunos sabrán, soy fan asérrimo del Gabo. Navegando por mis feeds me encontré un texto suyo bastante simpático y acertado que alude un tanto a la situación por la que el mundo pasa hoy en día:

Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 19 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: ‘No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo’. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: ‘Te apuesto un peso a que no la haces’. Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla, Y él contesta: ‘Es cierto, pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo’. Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, feliz con su peso y le dice : Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto. ¿Y por qué es un tonto?, Porque no pudo hacer una carambola sencillísima según el preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. Y su madre le dice: No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen. Una pariente que estaba oyendo esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: ‘Déme un kilo de carne’, y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado’. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: ‘mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas’. Entonces la vieja responde: ‘Tengo varios hijos, mejor déme cuatro kilos…’ Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde. Alguien dice: ¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo? Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor! Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor. Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor. Sí, pero no tanto calor como hoy. Al pueblo todos alerta, y a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: ‘Hay un pajarito en la plaza’. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito. Pero señores, dice uno siempre ha habido pajaritos que bajan aquí. Sí, pero nunca a esta hora. Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: ‘Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos’. Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa’, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: ¿Vistes m’hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?

 Por Gabriel García Márquez

 No cabe duda que la psiqué colectiva es algo peligroso

[visto en HECF]


Mi pequeña odisea por un barbero asesino

marzo 2, 2008

[Un post largo. Pero léanlo, se van a divertir (un amigo siempre me dice que mis pequeñas tragedias suelen ser muy divertidas)]

El miércoles pasado yo quería ver la película de Sweeney Todd, pero todo parecía estar en mi contra. A ver… empecemos:

Llevábamos unas 2 semanas haciendo el intento: en una de las ocasiones (a la cual yo no fui), ya iban todos muy listos para verla y uno de los chavos convenció a todo mundo que era mejor ver 27 Bodas. No necesito decir que fué un bodrio, todo mundo se frustró y no se volvió a hablar del asunto, excepto para reclamarle al recomendador. Yo le estoy un tanto agradecido porque si la hubieran visto hubiera sido más dificil convercerlos de verla de nuevo. -Gracias Jorge

Tan sólo un día después quitaron la película de cartelera en todos menos un cine, y en ese cine las funciones eran en los magníficos horarios de 6:30 de lunes a viernes en única función, y a la 1:30 de la tarde en sábados y domingos… 1:30!!!!! QUIÉN RAYOS VA AL CINE A LA UNA Y MEDIA DE LA TARDE!!! Para colmo de males, entre semana todos los días tengo clases que acaban a las 6:00 o a las 7:00 de la noche, sin contar el miércoles. -El miércoles… bueno, es dos por uno así que al menos hay algo bueno en este asunto

Con los mismos amigos me puse de acuerdo para ir a verla desde el domingo. -Con tres días de anticipación seguro no habrá problema. Nos volvimos a ver el martes y nadie dijo nada al respecto. -Porque ya nos pusimos de acuerdo y no hay nada más que agregar

El miércoles le hablé a uno de ellos para arreglar los detalles finales y me sale con: Siempre no se armó, bato… ¿¿QUE?? ¿Como que no se armó?. Yo ya había modificado toda mi agenda para poder ir a las 6:30. Incluso iba a tener que llevarle el carro a mi papá y él me iba a llevar al cine. –Está bien, haremos el intento en otra ocasión, antes de que la saquen de cartelera espero.

Ya que no iba a ir me puse de acuerdo con unos amigos de la escuela para hacer una práctica que teníamos pendiente. Prometía ser algo larga asi que fijamos las 4 de la tarde para empezar y terminar hasta la hora que fuere necesaria.Todo iba bien hasta que, por ahí de las 5:15, me habló Jona (el mismo amigo que me había dado la mala noticia en la mañana) para decirme: Oye, pues mi hermano y yo si vamos a ir, por si le quieres caer. Obviamente no podía, asi que le dije que la fuéramos a ver otro día y accedió, pero aún no era nada seguro.

Acabamos la práctica a las 6:05. Inmediatamente le hablé a Jona para que se lanzaran a comprar los boletos en lo que yo llegaba y fuéramos a ver la película en ese mismo momento. Salí rápido hacia el estacionamiento y me fuí a toda velocidad por la ruta que yo creí más corta hacia el cine de Plaza del Sol, al cual siempre vamos. Llegué a las 6:35 a la entrada del cine y hablé de nuevo para que salieran a darme el boleto y poder entrar. Hubo una tardanza mayor de lo usual. Cuando ya me desesperé, me salí a ver las películas que exhibían en cada sala para ver si podía entrar por mi boleto (aún sabiendo que no era nada probable que los del cine me dejaran). No vi la película anunciada por ningún lado, y un repentino golpe de memoria me abordó: El único cine que aún exhibía la película era OTRO cine.

Salí de la plaza aún mas rápido para alcanzar los 15 minutos de tolerancia y que no me cobraran el estacionamiento. Tardé unos 5 minutos para llegar al otro cine. Ahi me encontré con mis amigos y lo que sigue me lleva al siguiente post…


La Comunidad Youtubera

enero 31, 2008

La comunidad de Youtube es una de las más exitosas y funcionales de la web. Quienes lo utilizan de manera responsable, creativa y compartida han hallado grandes beneficios de participar en la gran red que une ideas y personas de todo el mundo …

… Si, si, muy cursi. Y hasta hace unos días yo no me habría tragado todo ese cuento de no ser porque me sucedió algo bastante peculiar:

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